El bloqueo emocional que predomina en el modelo de masculinidad tradicional, produce, como
explicábamos en la anterior sección muchos trastornos físicos y psicológicos. El hecho de reprimir constantemente las emociones requiere unas cantidades de energía excesivas lo que predispone a los varones a la depresión, ansiedad y enfermedades psicosomáticas.
En EEUU, el año pasado seis millones de varones fueron diagnosticados de depresión, y un gran porcentaje de estos seis millones sufren sus consecuencias en silencio, y en muchos casos se niegan a recibir tratamiento, ya que su costumbre de reprimir los sentimientos les hace intentar reprimir también los síntomas de la depresión bajo la premisa de “Los hombres no lloran”.
Según la Organización Mundial de la Salud se espera que los trastornos depresivos sean la cuarta causa de muerte y discapacidad, ocupando el segundo lugar después de las enfermedades coronarias, que por otro lado están también bastante relacionadas con los bloqueos emocionales y el estrés que esto provoca, en el 2020.
Uno de los problemas de las depresiones en los varones, es que la enmascaran, no expresan sus alteraciones a través de la tristeza, los sentimientos de soledad… Su manera de expresarla es mediante falta de apetito, falta de actividad, dolores musculares, cefalea, insomnio, ira y agresividad. También en muchos casos la depresión masculina va unida a los comportamientos compulsivos como el alcoholismo, ludopatía, adicciones a drogas ilegales… Buscan la euforia que ofrecen estás adicciones para escapar de la apatía depresiva, lo que forma un círculo vicioso que empeora la recuperación.
Al reprimir los sentimientos de tristeza en la depresión masculina, se tienen muchas más probabilidades de adquirir trastornos psicosomáticos como las enfermedades del corazón, infartos cerebrales, producido por la excesiva tensión vivida al reprimir las emociones. Diferentes estudios avalan que hombres con depresión y enfermedades coronarias tienen tres veces más probabilidades de morir, que los hombres con enfermedad cardiaca y sin depresión.
Por lo tanto en estos tiempos que corren se debe tomar en cuenta, la necesidad de aprender a expresar emociones, de dejar salir los sentimientos, de pedir ayuda…y esto es un aprendizaje, que ayudará a mejorar la calidad de vida de muchos hombres. Para ellos existen una gran cantidad de terapeutas y grupos de autoayuda que trabajan en este tema, y pueden ser de gran utilidad para lograr una nueva visión de la masculinidad que incluya la expresión y respeto de los propios sentimientos y emociones.
explicábamos en la anterior sección muchos trastornos físicos y psicológicos. El hecho de reprimir constantemente las emociones requiere unas cantidades de energía excesivas lo que predispone a los varones a la depresión, ansiedad y enfermedades psicosomáticas.
En EEUU, el año pasado seis millones de varones fueron diagnosticados de depresión, y un gran porcentaje de estos seis millones sufren sus consecuencias en silencio, y en muchos casos se niegan a recibir tratamiento, ya que su costumbre de reprimir los sentimientos les hace intentar reprimir también los síntomas de la depresión bajo la premisa de “Los hombres no lloran”.
Según la Organización Mundial de la Salud se espera que los trastornos depresivos sean la cuarta causa de muerte y discapacidad, ocupando el segundo lugar después de las enfermedades coronarias, que por otro lado están también bastante relacionadas con los bloqueos emocionales y el estrés que esto provoca, en el 2020.
Uno de los problemas de las depresiones en los varones, es que la enmascaran, no expresan sus alteraciones a través de la tristeza, los sentimientos de soledad… Su manera de expresarla es mediante falta de apetito, falta de actividad, dolores musculares, cefalea, insomnio, ira y agresividad. También en muchos casos la depresión masculina va unida a los comportamientos compulsivos como el alcoholismo, ludopatía, adicciones a drogas ilegales… Buscan la euforia que ofrecen estás adicciones para escapar de la apatía depresiva, lo que forma un círculo vicioso que empeora la recuperación.
Al reprimir los sentimientos de tristeza en la depresión masculina, se tienen muchas más probabilidades de adquirir trastornos psicosomáticos como las enfermedades del corazón, infartos cerebrales, producido por la excesiva tensión vivida al reprimir las emociones. Diferentes estudios avalan que hombres con depresión y enfermedades coronarias tienen tres veces más probabilidades de morir, que los hombres con enfermedad cardiaca y sin depresión.
Por lo tanto en estos tiempos que corren se debe tomar en cuenta, la necesidad de aprender a expresar emociones, de dejar salir los sentimientos, de pedir ayuda…y esto es un aprendizaje, que ayudará a mejorar la calidad de vida de muchos hombres. Para ellos existen una gran cantidad de terapeutas y grupos de autoayuda que trabajan en este tema, y pueden ser de gran utilidad para lograr una nueva visión de la masculinidad que incluya la expresión y respeto de los propios sentimientos y emociones.
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