8 de junio de 2012

LAS ZONAS ERÓGENAS MASCULINAS


Sabemos que la piel se origina de la misma raíz embriológica que el cerebro con lo cual la dermis no sólo es una cubierta sino algo donde se reciben las sensaciones afectuosas, agresivas o dolorosas. O sea que, salvo los condicionantes de la cultura, no hay nada que impida a los varones disfrutar de las caricias. Es cierto que los varones han privilegiado los estímulos visuales, al punto que el voyeurismo es una parafilia típicamente masculina; las mujeres le dan suma importancia a lo táctil, a las caricias, masajes, mimos y besos; pero creo que es algo que está en proceso de cambio: hay mujeres que ven desnudos masculinos en espectáculos y filmes pornográficos y varones que disfrutan sobremanera de masajes eróticos.
Muchos varones acusan a sus mujeres de que son "pasivas", que no los buscan y que no los estimulan en la zona genital, que no les hacen la felación ni quieren cambiar de posiciones. Pero también convengamos que los varones son muy falocéntricos y pretenden que ellas vayan directamente "al grano" y, antes de empezar un mínimo cortejo, suponen que tienen que estimularlos genitalmente, cosa que a las mujeres no siempre les agrada. Hay quienes se quejan de que muchas mujeres son bruscas porque succionan el pene de una manera mecánica o les tocan los genitales de modo torpe y rudo. Quizás, en realidad, tampoco sepan cómo hacerlo de otra manera, pero la brusquedad es más común observarla entre los varones. Los varones tienen muy arraigada la idea de que todo tiene que ser espontáneo
Además de la zona genital hay otras de alto nivel sensitivo como la región anal, los glúteos, los pezones, cuello, detrás de las orejas, las manos y dedos, la ingle y cara interna de muslos,  las piernas, en fin diría que todo el mapa del cuerpo humano. Aunque parezca obvio, muchas veces hay un gran olvidado que es el beso: hay varones que descuidan esto como estimulación erógena con su pareja y muchas mujeres se quejan de que ellos.
Muchos no aceptan que su pareja heterosexual los estimule en la zona anal (¿temor a que les guste y eso despierte fantasías homosexuales?), los bese en las nalgas o en las tetillas. Cuando se lo permiten disfrutan plenamente logrando altos picos pasionales.
El máximo tabú, como dije antes, es la famosa zona anal y suelen ser reacios a adoptar un rol pasivo de dejarse acariciar, tocar, palpar o ser besados salvo en zonas "permitidas": genitales, boca, cara. 

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