28 de mayo de 2012

EVITAR EL CONTAGIO DE UNA ENFERMEDAD DE TRASMISIÓN SEXUAL


Quizás sea una obviedad, pero debemos mencionar que las personas que mantienen relaciones frecuentes con diversas parejas son las que más probabilidades tienen de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS). O sea que si hay mucha variación y promiscuidad también hay más riesgo. Una de las preguntas sería: "¿si salgo con una nueva pareja: cómo puedo darme cuenta que tiene algo que me contagie?" Si pensamos que son muchas las ETS y muy variados los síntomas y signos que presentan, habría que ser médico especialista para detectarlas aunque hay ciertas evidencias que nos pueden orientar. Pero en todos los casos la salveded primordial es el uso del preservativo. A pesar de todo lo que se ha hablado, hay muchas personas (especialmente varones) que rechazan el preservativo y algunas mujeres se dejan convencer para no usarlo.

Si sabemos o sospechamos que esa persona con la cual empezamos a salir ha tenido muchas parejas sabemos que tiene más posibilidades de haberse contagiado y éste sería el primer elemento a tener en cuenta. Pero puede darse el caso que uno no sepa cuál es la vida sexual de su nuevo partenaire y entonces hay algunos datos que no podemos dejar pasar:

1. Si hay heridas o manchas en la piel (palma de las manos y de los pies especialmente), erupciones o llagas y lesiones ulceradas en zona genital que nos pueda hacer pensar en lesiones sifilíticas.

2. Si hay secreciones en la vagina amarillentas o blancuzcas, que pueden ser malolientes; propias de los hongos, las tricomonas y la gonococcia (blenorragia).

3. Si hay supuraciones a través del orificio de la uretra, o sea el orificio externo, que nos haga pensar en una gonorrea (llamada popularmente "purgación").

4. Si hay irritación y enrojecimiento con granitos en el glande que podría indicar una infección bacteriana o micótica (hongos) del pene.

5. Si sabemos que esa persona se queja de ardor miccional, vaginal o vulvar (vaginitis, herpes, tricomoniasis).

6. Si se rasca con frecuencia en la zona pubiana, propio de una micosis o de la pediculosis (ladillas).

7. Si hay erosiones pequeñas en zona genital o ganglios (granulomas, chlamydias, SIDA).

8. Si vemos lesiones en forma de vesículas, a veces asociadas con ardor o dolor, puede suponerse un herpes virus, sobre todo cuando es recurrente y aparece periódicamente.

9. Si tiene fiebre persistente puede hacernos pensar que padece una virosis de tipo hepatitis B.

10. Si notamos una coloración amarillenta de la piel y conjuntivas junto a diarreas y dolores abdominales también nos orientarán hacia una hepatitis B, que es altamente contagiosa por vía sexual.

11. Cuando detectamos la presencia de verrugas en el glande del pene o en la vulva, a veces con picazón y ardor, que nos haga suponer un HPV (virus del papiloma humano).

12. Si notamos que hay rascado por picazón de la piel o mucosas anal o vulvar podemos pensar en ciertas parasitosis.

Como habéis visto no es tan fácil detectar todos o algunos de estos síntomas ni tampoco podemos tener una actitud médica con cada pareja que salgamos pero sí alertarnos cuando algo de lo mencionado salta groseramente a la vista y tomar algunas prevenciones mínimas (además del uso imprescindible del condón) que podrían ser:

-Un buen lavado genital, con abundante agua y jabón, tanto antes como después del contacto sexual.

-Orinar después del coito (actúa como arrastre y limpieza).

-No realizar penetraciones vaginales luego de una penetración anal.

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