30 de mayo de 2012

EL SEXO ANAL (I)


El tabú del placer anal inhibe a la mayoría de las personas a pensar, hablar y aprender acerca del uso sexual del ano. A continuación se enumeraremos algunos puntos que la mayoría de varones y mujeres aún no saben acerca de la sexualidad anal y que iremos desvelando en diferentes entradas.

1.El Coito Anal: es la forma menos practicada de la sexualidad anal. Hay muchas formas de disfrutar eróticamente el ano. Las técnicas más comunes incluyen tocar el orificio anal mientras se masturban o manipulan los genitales de su pareja, o estimular el ano de su pareja durante el coito, o el método oral-genital. Algunas personas disfrutan la sensación de un dedo insinuado en el orificio anal y rotado suavemente. Otros prefieren la inserción de un dildo o vibrador en el orificio o canal anal hasta el recto. Muchos varones, incluso heterosexuales, prefieren esta forma de penetración. El método oral-anal se conoce popularmente con la voz inglesa de "rimming". 

2. La Estimulación Anal:  incluyendo el coito, no es dolorosa si se hace apropiadamente. La creencia que el coito anal tiene que doler es un mito persistente y dañino. Lo mismo que  en cualquier parte del cuerpo, el dolor indica que algo está mal. Lo mismo es en el área anal.  Con su alta concentración de terminales nerviosas, el ano puede producir dolor extremo cuando es maltratado. Aún así, puede seguir siendo una fuente de gran placer. Cuando un dedo, objeto o pene se introduce en el ano, los músculos anales se contraen, como si estuviesen combatiendo una invasión. Habrá dolor si las parejas no esperan que estos músculos se relajen. Bajo suficiente estrés, estos colapsarán y el dolor cederá, a menos que se haga daño posteriormente.  El placer anal máximo requiere la eliminación de todo dolor o traumatismo físico de la experiencia anal. La autoprotección por parte de la pareja pasiva involucra decir "no" hasta estar lista para proceder. El "estar lista" es una combinación de relajación física, usualmente ayudada por muchas caricias y toques anales lentos y suaves, y el deseo. Ocasionalmente, los músculos de la región anal están relajados, pero la pareja pasiva todavía no está en disposición de ser penetrada. La estimulación debe remontar sólo en proporción al grado de receptividad.

EL SIDA: TRANSMISIÓN Y TRATAMIENTO


Lo primero que hay que saber es que el SIDA es una etapa avanzada de la infección por el Virus de lnmunodeficiencia Humana (VIH). Por eso lo correcto es hablar de la infección VIH-SlDA sabiendo que es un proceso. Este virus deja sin defensas al organismo: concretamente mata a las células encargadas de defendernos de las enfermedades. Puede afectar a cualquier persona que no tome medidas preventivas y, por el momento, es incurable.
Se ha demostrado científicamente que los contactos de la vida cotidiana no transmiten el VIH: no se transmite por abrazar, besar, compartir vasos y cubiertos, intercambiar ropa con una persona infectada; tampoco por compartir el lugar de trabajo o el mismo baño. Los insectos no lo transmiten. El sudor o las lágrimas de quienes padecen esta infección tampoco. En una palabra, querer y apoyar a una persona infectada no trae riesgos, al contrario, tiene efectos positivos en su salud y en quienes le rodean.
Los que rechazan y discriminan a los portadores del VIH-SIDA ignoran las verdaderas características de la enfermedad. Estar informado sobre los modos en que sí se transmite es el primer paso para la prevención.
Las tres formas o vías de transmisión son:

-Transmisión sexual: A través del intercambio de semen y secreciones vaginales, durante todo tipo de relación sexual con una persona infectada por el VIH, sin preservativo.
-Transmisión sanguínea: Cuando la sangre de una persona infectada por el VIH se pone en contacto con nuestra sangre.
-Transmisión madre-hijo: Las mujeres infectadas pueden transmitir el virus a su hijo mientras está en el vientre, en el momento del parto, o durante la lactancia.

Como ya dijimos, el SIDA es una etapa avanzada de la infección que produce el VIH. Por eso, podemos estar infectados por el VIH -o sea, ser portadores del virus- y, todavía, no haber desarrollado el SIDA. Desde que el virus entra en el cuerpo hasta que aparecen los síntomas pueden pasar muchos años. Justamente, la palabra SIDA significa Síndrome de InmunoDeficiencia Adquirida. Es decir que uno ha desarrollado el SIDA cuando presenta un conjunto de signos y síntomas (Síndrome) que indican que sus defensas están disminuidas (Inmuno Deficiencia) porque se contrajo el virus (Adquirida).
Cuando se llega a esta etapa aparecen las llamadas "enfermedades colaterales", que se desarrollan aprovechando la caída de las defensas. Las más frecuentes son las afecciones pulmonares, de la piel, y diversos tipos de cáncer. A ello se suman los efectos directos del virus en el organismo, que incluyen trastornos del sistema nervioso y del aparato digestivo. Cuando la persona que vive con VIH desarrolla estas afecciones se la considera enferma de SIDA.
Si creemos haber estado realmente en alguna situación de riesgo, porque mantuvimos relaciones sexuales sin profiláctico con alguien que no sabemos si está infectado, o compartimos una jeringa, o recibimos una transfusión no debidamente controlada y deseamos averiguar si estamos infectados o no, es posible recurrir al centro de salud u hospital público más cercano, o a un médico particular, para realizar los estudios correspondientes.
Las primeras pruebas que suelen hacerse sirven para detectar los anticuerpos generados por el organismo para defenderse del VIH. Si hay anticuerpos, hay virus. Hay una primera etapa de la infección, alrededor de tres meses, en que la cantidad de anticuerpos generados por el organismo no es detectable por las pruebas - es el llamado "período ventana"-, por lo que se recomienda, si da negativo, volver a hacerlo tres meses después para confirmar el resultado.
No se deben confundir estas pruebas con las de "carga viral", que miden la cantidad de virus presente en la sangre y no se utilizan para el diagnóstico sino para supervisar el tratamiento de los pacientes con VIH o SIDA. El resultado de las pruebas es confidencial

Hay tratamientos que, aunque no eliminan el virus, tienden a detener su multiplicación y a frenar la destrucción de las células productoras de defensas. Por lo tanto retrasan el comienzo de las enfermedades.
En los últimos años, estos tratamientos han progresado mucho logrando una mejor calidad de vida de los pacientes. Sin embargo, dado que su aplicación es muy reciente, no se pueden hacer pronósticos a largo plazo. Las leyes nacionales establecen que, en los hospitales públicos, las obras sociales y las prepagas médicas se deben brindar estos tratamientos sin costo adicional alguno.
Desgraciadamente, la investigación referida a la vacuna anti-VIH no avanza con la misma rapidez que la de los tratamientos. Es muy complicado por la cantidad y tipo de pruebas que requiere. Además, dado que el virus va cambiando (mutando), no se puede afirmar que la vacuna lograda sea totalmente útil en el momento de su aplicación. Por lo tanto, la prevención es la única herramienta con que contamos en la actualidad para no infectarnos ni infectar.


28 de mayo de 2012

EVITAR EL CONTAGIO DE UNA ENFERMEDAD DE TRASMISIÓN SEXUAL


Quizás sea una obviedad, pero debemos mencionar que las personas que mantienen relaciones frecuentes con diversas parejas son las que más probabilidades tienen de contraer enfermedades de transmisión sexual (ETS). O sea que si hay mucha variación y promiscuidad también hay más riesgo. Una de las preguntas sería: "¿si salgo con una nueva pareja: cómo puedo darme cuenta que tiene algo que me contagie?" Si pensamos que son muchas las ETS y muy variados los síntomas y signos que presentan, habría que ser médico especialista para detectarlas aunque hay ciertas evidencias que nos pueden orientar. Pero en todos los casos la salveded primordial es el uso del preservativo. A pesar de todo lo que se ha hablado, hay muchas personas (especialmente varones) que rechazan el preservativo y algunas mujeres se dejan convencer para no usarlo.

Si sabemos o sospechamos que esa persona con la cual empezamos a salir ha tenido muchas parejas sabemos que tiene más posibilidades de haberse contagiado y éste sería el primer elemento a tener en cuenta. Pero puede darse el caso que uno no sepa cuál es la vida sexual de su nuevo partenaire y entonces hay algunos datos que no podemos dejar pasar:

1. Si hay heridas o manchas en la piel (palma de las manos y de los pies especialmente), erupciones o llagas y lesiones ulceradas en zona genital que nos pueda hacer pensar en lesiones sifilíticas.

2. Si hay secreciones en la vagina amarillentas o blancuzcas, que pueden ser malolientes; propias de los hongos, las tricomonas y la gonococcia (blenorragia).

3. Si hay supuraciones a través del orificio de la uretra, o sea el orificio externo, que nos haga pensar en una gonorrea (llamada popularmente "purgación").

4. Si hay irritación y enrojecimiento con granitos en el glande que podría indicar una infección bacteriana o micótica (hongos) del pene.

5. Si sabemos que esa persona se queja de ardor miccional, vaginal o vulvar (vaginitis, herpes, tricomoniasis).

6. Si se rasca con frecuencia en la zona pubiana, propio de una micosis o de la pediculosis (ladillas).

7. Si hay erosiones pequeñas en zona genital o ganglios (granulomas, chlamydias, SIDA).

8. Si vemos lesiones en forma de vesículas, a veces asociadas con ardor o dolor, puede suponerse un herpes virus, sobre todo cuando es recurrente y aparece periódicamente.

9. Si tiene fiebre persistente puede hacernos pensar que padece una virosis de tipo hepatitis B.

10. Si notamos una coloración amarillenta de la piel y conjuntivas junto a diarreas y dolores abdominales también nos orientarán hacia una hepatitis B, que es altamente contagiosa por vía sexual.

11. Cuando detectamos la presencia de verrugas en el glande del pene o en la vulva, a veces con picazón y ardor, que nos haga suponer un HPV (virus del papiloma humano).

12. Si notamos que hay rascado por picazón de la piel o mucosas anal o vulvar podemos pensar en ciertas parasitosis.

Como habéis visto no es tan fácil detectar todos o algunos de estos síntomas ni tampoco podemos tener una actitud médica con cada pareja que salgamos pero sí alertarnos cuando algo de lo mencionado salta groseramente a la vista y tomar algunas prevenciones mínimas (además del uso imprescindible del condón) que podrían ser:

-Un buen lavado genital, con abundante agua y jabón, tanto antes como después del contacto sexual.

-Orinar después del coito (actúa como arrastre y limpieza).

-No realizar penetraciones vaginales luego de una penetración anal.

25 de mayo de 2012

DISTINTAS MANERAS DE MASTURBACIÓN

No todos los varones se masturban igual: si es con la mano, hay diferentes formas de frotar el pene. Está quien utiliza toda su mano y aprieta fuerte el miembro y aquel que sólo utiliza el dedo pulgar e índice a modo de anillo. Muchos no recurren a sus manos y se frotan contra el colchón o una almohada, pero en algunos de estos casos donde se evidenció un rechazo a tocarse podíamos ver, a posteriori, cuadros de eyaculación retardada o ausente. También ciertos varones se excitan adicionando un estímulo anal o acariciando partes de su cuerpo, otros disfrutan frotándose con cremas, viendo películas pornográficas o mirando fotos de desnudos. 
En las mujeres hay actos de rozamiento contra la cama, o con las manos entre la cara interna de los muslos, directamente frotando en el clíttoris y labios menores, o en menor proporción introduciendo sus dedos o un objeto en la vagina.

23 de mayo de 2012

LAS MUJERES Y LA PORNOGRAFÍA


El proceso de aprendizaje de la sexualidad se ha realizado desde la primera infancia de modo no explícito a través de los años: en las mujeres, velos y sugerencias se han opuesto a una actividad sexual directa, más propia de los varones. La visión ampliada de lo genital, en películas y revistas, puede producir un desagradable impacto estético. Justamente, films y fotos, han sido concebidos desde esta particular manera masculina de entender la sexualidad: el cuerpo de la mujer es cosificado como objeto de uso para la satisfacción del varón y no como disfrute mutuo.
La reiteración de penetraciones es notable en las películas pornográficas y el pene es utilizado como un ariete, en lugar de ser una parte del cuerpo que proporciona placer a la compañera.
Es común observar que el macho “monte” desde atrás a la mujer semejando la escena a una verdadera cabalgata, en donde a ella se la coloca en el lugar del animal (“more ferarum”... como las fieras, diría Freud). La pornografía reduce el erotismo a unas limitadas partes de los cuerpos que, en ambos sexos, son mostrados como meros fragmentos humanos. Pero este hecho se exacerba considerablemente con las mujeres: senos, glúteos, vulvas y orificios en primeros planos, y la boca en tanto receptora del pene, aparecen desvinculados de los afectos. Los rostros, en general, evitan manifestar situaciones de ternura y compañerismo sexual. A veces se ven grotescos maquillajes, rostros mirando a la cámara, uñas excesivamente largas.
En el varón existe un privilegio del pene, sobredimensionado en tamaño y posibilidades en cuanto a duración y frecuencia coitales. La obtención del orgasmo femenino aparece en estos films como algo exagerado y producto exclusivo de la visión o utilización del falo. En cambio, el orgasmo de los varones es exhibido fuera de cualquier orificio, rociando así el liquido seminal sobre diversas partes del cuerpo de la mujer.

La pornografía construye mitos de cómo debe ser la sexualidad, creando altos niveles de exigencia que, como consecuencia, contribuyen a la persistencia de conflictos sexuales en los espectadores que padecen cuadros de impotencia, eyaculación precoz, anorgasmia o complejo con el tamaño del pene. Se sostiene, tendenciosamente, que el largo del pene es lo más importante para la satisfacción femenina o que las mujeres se excitan si son maltratadas o aun violadas.
Por eso algunas mujeres rechazan la pornografía, quizás porque ha sido concebida desde esa particular manera masculina de entender la sexualidad.
Por ejemplo la reiteración de penetraciones es notable pero se parece más a golpes, en los que el pene es utilizado como un arma que daña, en lugar de ser una parte del cuerpo que proporciona placer a la compañera. La definición de pornografía alude semánticamente a un “tratado sobre la prostitución, el escribir sobre las prostitutas”. La existencia de esta profesión garantizaría la “castidad y decencia de las otras damas”, configurando así una doble moral en la que habría dos tipos de mujeres: las destinadas para el placer del varón son, al mismo tiempo, desvalorizadas para el matrimonio y la maternidad y, en sentido inverso, aquellas presentadas en sociedad no deberán comportarse como muy ardientes o provocativas. Desde esta óptica es posible entender por qué la concepción pornográfica nace en función de las necesidades de los varones y por qué las mujeres se sienten excluidas violentadas o utilizadas ante su exhibición, lo que no quita que algunas de ellas también logren excitarse en muchas oportunidades.

21 de mayo de 2012

MITOS Y TABÚES SOBRE LA MENSTRUACIÓN


Los mitos y los tabúes sobre la menstruación de la mujer es algo muy difundido en casi todas las civilizaciones y desde tiempos remotos. Hay innumerables ritos y ceremonias alrededor de los días de la regla, severas restricciones y gran cantidad de leyendas sobre los efectos perniciosos que produce en los varones y en el entorno una mujer que está menstruando. Simone de Beauvoir, en su excelente libro "El segundo sexo" da una lista variada y amplia sobre el tema. 
Cita como creencias en relación con la regla o menstruación (deriva de mensual) lo siguiente:

-paraliza las actividades sociales.
-marchita las flores.
-hace caer las frutas.
-la sangre menstrual es utilizada en los bebedizos y filtros de amor para enlazar al esquivo amado.
-sus emanaciones ahuyentan monstruos y espíritus.
-arruina las cosechas y devasta los jardines.
-mata los gérmenes y las abejas.
-avinagra el vino.
-agria la leche y las cremas.
-corta la mayonesa.
-corrompe la carne.
-echa a perder el jamón.
-ennegrece el azúcar.
-impide la fermentación de la sidra.
-posee poderes maléficos
-provoca la ruptura de los objetos frágiles.
-hace saltar las cuerdas de arpas y violines.
-debilita al varón.
-si se mantienen relaciones sexuales en esa fecha vuelve impotente al varón.

-es un equivalente del orgasmo.
-da satisfacción sexual.
-cuando una mujer deja de tenerla (menopausia) queda inhabilitada para el placer sexual y debe clausurar su vida erótica..

18 de mayo de 2012

ENCONTRAR EL PUNTO G


En la década de los 50 el médico alemán Ernest Gräfenberg describió una pequeña zona ubicada en la cara anterior de la vagina (si se hace el tacto podríamos decir que está adelante, a "las menos diez del reloj") cerca de la uretra femenina. Sería un área que al tacto se nota algo elevada, con mayor sensibilidad erógena y que este médico relacionaba con la eyaculación femenina (un líquido que no es orina ni contiene espermatozoides). Al excitarse, algunas mujeres, en el momento del orgasmo expulsarían este líquido.
El Dr. Gräfenberg (de la primera letra de su apellido viene el nombre de punto G o punto de Gräfenberg) decía que se producía, en algunas mujeres, la expulsión a través de la uretra, de un líquido claro y transparente en el momento culminante del orgasmo sin función lubricante ya que se emite en el final del acto sexual.
Promovidas por lecturas que relacionaban este punto con una mayor facilitación orgásmica, muchas mujeres se propusieron buscarlo obsesivamente, olvidándose que el cuerpo todo puede ser una extendida zona erógena. También es cierto que otras mujeres dicen que se excitan en mayor medida, logrando el orgasmo con facilidad cuando se estimulan, además del clítoris, en el interior de la vagina, quizás en el famoso punto G.
Si quisieras buscarlo lo más fácil es que te acuestes en la cama con algunas almohadas bajo la pelvis de tal manera que la entrada de la vagina quede elevada (similar a la posición ginecológica); luego que tu compañero lubrique sus dedos y tu vagina, y busque una zona más rugosa ubicada en la pared anterior (recuerda: "a la menos diez del cuadrante de un imaginario reloj"), sin presionar fuerte ni constantemente sino más bien suave y moviendo el dedo de derecha a izquierda y hacia atrás o en círculos: o sea, pasar por el Punto G sin apretar ni concentrarse en él directamente.

16 de mayo de 2012

PRECAUCIONES SOBRE LOS PRESERVATIVOS


Vamos a enumerar algunas precauciones sobre el uso y manejo de los preservativos:

-cuidado con ajustarlo mucho al glande, siempre hay que dejar un espacio en la punta (la gran mayoría viene con un pequeño depósito).

-en el caso de los jóvenes que nunca lo usaron en el coito se les puede pedir que lo abran y aprendan a desenrollarlo y a colocárselo cuando están solos.

-ver la fecha de vencimiento para que no esté caducado.

-al retirarlo del pene tomar el aro con los dedos para que no se salga y derrame el semen en la vagina.

-no usar lubricantes del tipo vaselina, lanolina o cremas humectantes que los contengan ya que éstos abren los poros haciéndolos permeables. Hay cremas que no dan este problema: tipo acuosas o siliconadas. Si no se dispone de estas cremas lubricantes se puede usar el viejo recurso de la saliva: un muy buen lubricante fisiológico.

14 de mayo de 2012

LA DIABETES Y LA DISFUNCIÓN ERÉCTIL


La disfunción eréctil es un marcador potencial de enfermedad cardiovascular, ya que comparte con ésta muchos factores de riesgo, como edad, tabaquismo o dislipemias (grasas altas en la sangre); y coexisten con muchas otras enfermedades, como diabetes e hipertensión. Es un problema muy común entre varones diabéticos y asociada con neuropatía diabética y enfermedad vascular periférica. El 50% de los varones diabéticos desarrolla esta patología dentro de los 10 años del diagnóstico. La prevalencia es de entre 50% y 70% en los varones diabéticos y se incrementa con la edad, llegando a ser 95% en varones diabéticos de 70 años. En pacientes diabéticos tratados la prevalencia de impotencia fue 3 veces mayor que en la muestra completa de pacientes.
Según un estudio epidemiológico con 15.770 pacientes diabéticos, 22 % de los pacientes con diagnóstico reciente ya tenían disfunción eréctil. La prevalencia para diabetes tipo I aumentó, de 6% para pacientes entre 30 y 40 años a 55% en los de 60 a 70 años. En forma similar, para diabetes tipo 2 pasó de 4% a 48% para los mismos grupos de edades.
En los diabéticos, la disfunción eréctil puede ocurrir por neuropatía, disminución del flujo sanguíneo y factores psicológicos. También sabemos que los niveles de óxido nítrico sintetasa (enzima que acelera el paso de la L-arginina en óxido nítrico -gas vasodilatador que interviene en uno de los pasos de la erección tanto del pene como del clítoris- en el cuerpo cavernoso) están disminuidos en diabéticos, fumadores y personas con deficiencia de testosterona.
La disfunción eréctil en los diabéticos está asociada con un incremento en el estrés provocado por la diabetes, peor control metabólico y aumento muy importante en los síntomas depresivos. En la evaluación de los pacientes con DE es necesario realizar una historia clínica exhaustiva, considerando cirugías, enfermedad endocrina, neurológica, psiquiátrica o de infecciones de transmisión sexual. Hay que buscar evidencia de enfermedad cardiovascular y estudiar el sistema genitourinario y, en particular, buscar signos de ginecomastia (agrandamiento de las mamas), patología del pene o de los testículos. En cuanto a exámenes de laboratorio, se debe determinar análisis de sangre completo, testosterona, prolactina y antígeno próstatico específico. Otras pruebas incluyen Doppler peneano, cavernosografía y arteriografía pélvica.
Varias sustancias pueden inducir disfunción eréctil: antihipertensivos, antiarrítmicos, beta-bloqueantes, antidepresivos, antiandrógenos, bloqueantes H2 para la úlcera (cimetidina, ranitidina), alcohol, tabaco y drogas ilegales.

11 de mayo de 2012

LAS TERAPIAS SEXUALES


En los varones las consultas más frecuentes están dadas por las disfunciones erectiles y la eyaculación precoz, aunque últimamente notamos un incremento de inhibición del deseo sexual y de fobias sexuales. En menor grado vemos casos de eyaculación retardada o ausente, crisis de identidad sexual, o conflictos con la homosexualidad.
En las mujeres las consultas más frecuentes son por anorgasmias, disfunción del deseo, y en menor grado fobias sexuales y vaginismo.
Una consulta que puede asociar la problemática de ambos miembros de la pareja es el llamado matrimonio no consumado, entendido así a quienes no han podido consumar un coito con penetración durante un lapso de unos 6 a 8 meses, a pesar de intentarlo al menos una vez al mes.
Un hecho digno de observarse es que ciertas depresiones comienzan a manifestarse por algún síntoma en el área sexual: disminución del deseo, menor respuesta erectiva, dificultad de llegar al orgasmo. Sólo en el curso de las entrevistas diagnósticas, y aún algo después, el síndrome depresivo irrumpe claramente. Lo remarcable es que al no ligar el síntoma sexual con esa depresión subclínica aquél va reforzando aún más la baja de la autoestima y la pérdida de confianza.

9 de mayo de 2012

¿ES USTED UN OBSESO SEXUAL?


Como todas las conductas, la sexualidad puede llegar a niveles obsesivos y compulsivos extremos e interferir con la vida cotidiana. Estas conductas fueron nominadas de diferente manera en las diferentes épocas: hipersexualidad, erotomanía, ninfomanía, satiriasis y ahora adicciones sexuales y comportamiento sexual compulsivo. Pero tendríamos que diferenciar las conductas parafílicas de las no parafílicas.
Siempre debemos pensar que en ciertas épocas de la vida hay una cierta "obsesión" con el sexo, especialmente en la adolescencia o en las etapas de apasionamiento. Distinto es cuando alguien dice "que tiene necesidad compulsiva de tener sexo", sin importarle si la otra persona lo desea y que se convierte en algo irrefrenable, interfiriendo en la vida diaria, incluso con conductas asociales, casi como una adicción. Esto es lo que lo convierte en algo compulsivo: no puede haber freno, ni se tienen en cuenta las necesidades o posibilidades del otro, o cuando una conducta a solas, por ejemplo, la masturbación, debe hacerse de una manera imperiosa, mecánica, ritualista. Este hecho es algo que caracteriza frecuentemente la conducta del obsesivo: los rituales. Deben hacerlo siempre de la misma manera, con la misma secuencia, con esto creen que neutralizan la angustia, pero sólo logra volver a depender del ritual y así se sigue manteniendo el síntoma. La secuencia es: para no angustiarme debo practicar el sexo de tal manera y eso me calmará cada vez que la angustia reaparecerá. Pero como el ritual no logra cambiar el estado angustioso de base, éste aparece con el consiguiente ritual habitual.
Generalmente los tratamientos se basan en una combinación de psicoterapias y psicofármacos. Algunos han propugnado el uso de antiandrógenos especialmente en algunas parafilias. Esto sigue siendo objeto de controversia. Los fármacos más usados son la clorimipramina (antidepresivo tricíclico) o los ISRS como agentes recaptadores de la serotonina (fluoxetina, paroxetina, sertralina). En algunos casos refractarios los ISRS se han combinado con risperidona (antipsicótico atípico) con resultados alentadores. Todo ello debe combinarse con técnicas psicoterapéuticas, preferentemente de tipo comportamentales o cognitivas como las que suelen implementar los terapeutas sexuales. La medicación, es obvio, la debe manejar un psiquiatra, sea o no sexólogo.

7 de mayo de 2012

LAS POSICIONES EN EL ACTO SEXUAL


La sexología no reconoce una determinada posición como normal o natural a la hora de hacer el amor. Los seres humanos no siempre hicieron el amor de la misma manera, menos aun de una única forma. Para comprobarlo sólo hace falta echar una mirada a los testimonios gráficos y artísticos que se han ido dejando a lo largo de la historia. "Un personaje de ingenio debe multiplicar las clases de unión sexual", sugiere el Kama Sutra, uno de los tantos textos orientales dedicados al erotismo. Lejos de esta propuesta, la cultura occidental nos ha legado como única y aconsejable la posición llamada del misionero, o sea mujer en posición acostada, supina, y varón arriba.
¿De donde proviene este peculiar nombre? Después de que James Cook conquistara Samoa, llegaron los misioneros anglicanos a las islas y, con horror, verificaron que los nativos no asociaban el coito con la reproducción, ya que esta última era atribuida al espíritu totémico. Así disfrutaban libremente del sexo. Por otro lado, vieron que la posición más usada era la de la mujer arriba o en cuclillas. Entonces intentaron enseñarles las virtudes del coito "natural" que era el del varón arriba y con finalidad meramente reproductiva: esos nativos, irónicamente, llamaron a ese modo coital "la posición del misionero".

Más allá de su historia, lo que condiciona al varón de hoy son los mandatos que trataron de imponer una posición natural o de establecer que la cantidad es lo mejor. Hay parejas que sólo utilizan para sus encuentros sexuales una única posición, con escasas variantes y juegos, lo que va creando una cierta rutina en los encuentros; incluso sin tener en cuenta que hay posturas que pueden ser más placenteras para un miembro que para el otro. Acaso sea por eso que, desde tiempos lejanos, los seres humanos vienen buscando variaciones que les permitan hacer renacer la pasión o aumentarla.
Existen algunas que pueden resultar dolorosas o traumáticas para quienes la practican. Es bastante común ver lesiones en los cuerpos cavernosos por movimientos bruscos y violentos. Algunas mujeres pueden padecer dolor cuando colocan sus piernas en los hombros de su compañero para que éste las penetre. En este caso la explicación radicaría en el hecho de que la punta del pene puede hacer contacto con el cuello uterino. Pero también podemos destacar una a favor de esta posición: con la mujer bien lubricada permite la introducción del pene semierecto y esto ayuda en aquellos que no logran una completa rigidez.

4 de mayo de 2012

LAS PARAFILIAS: EL FROTTEURISMO

Los frotteuristas aprovechan las aglomeraciones para practicar sus actos, como en las aceras estrechas, desfiles, manifestaciones, cines, pero sobre todo en los autobuses o trenes subterráneos, pues se ponen de pie para facilitar el contacto. Aprietan sus genitales contra las nalgas o muslos de la víctima, o les tocan los genitales, las nalgas o las mamas, mientras imaginan estar viviendo una verdadera relación sexual. Pero como saben que si son denunciados o agredidos deben escapar inmediatamente, prefieren los lugares abiertos o el momento en que pueden bajar rápidamente de los vehículos. La mayoría de las mujeres reaccionan con enfado, gritan o propinan  un castigo al agresor sexual, provocando su huída precipitada. No obstante, los frotteuristas relatan que un porcentaje no pequeño de mujeres acepta de buen  grado sus caricias, y ello depende del buen aspecto del parafílico, por lo que puede terminar en una conversación para encontrarse más tarde, oportunidad que raramente se utiliza, pues el placer más intenso radica en el frotamiento no consentido.
La consulta psiquiátrica o sexológica se produce cuando son enviados por el juez, luego de una  denuncia comprobada por atentado violento al pudor, que es el delito sexual en que incurren con esta práctica, o por disfunciones sexuales o baja frecuencia sexual, pues prefieren masturbarse con fantasías de frotteur. También se deprimen y se incrementa la práctica en estos periodos
Hay frotteuristas de varios tipos: exclusivos, cuando sólo se excitan con esta práctica, no exclusivos, cuando pueden tener pareja y también mantienen relaciones sexuales; parciales, cuando se conforman con un rozamiento mínimo, o completos, cuando llegan al orgasmo durante el rozamiento; selectivos, cuando acechan a mujeres acompañadas o que posean ciertas características, sobre todo en el cine, o no selectivos, cuando agreden a mujeres solas. El tocamiento puede ser compulsivo, disimulado, discreto o brusco. Los que abusan en el vehículo público que deben utilizar para ir al trabajo, cuando se ponen en evidencia o son descubiertos suelen cambiar de horario, lo cual perturba realmente sus vidas. El tocamiento puede producirse en compañeras de trabajo y algunas demandas por acoso sexual se deben a esta parafilia, pero no es lo común. Se manifiesta con mayor frecuencia en varones entre los 15 y los 25 años de edad, y luego la frecuencia declina gradualmente. Nuevamente la experiencia de haber sido tocados o de haber tocado a adultos en el curso de la infancia en circunstancias traumáticas, puede ser una de las causas del problema.
No se debe confundir el frotteurismo con el placer natural del contacto que se produce entre los cuerpos en determinados lugares de aglomeración pública como un festival de música o durante el baile con la pareja que consiente, ni en contactos circunstanciales e involuntarios, en que hay roces de rodillas, muslos, brazos, nalgas o codos, en cualquier lugar en que la distancia íntima es invadida sin protesta. Hay culturas de contacto como la de las latinas, árabes y judías, y culturas de no contacto, como las anglosajonas, que admiten con mayor o menor reticencia el contacto breve entre personas que comparten asientos adyacentes o en los pasillos del transporte público.
El placer de tocar o rozar corporalmente a otra persona es universal y no se trata de ningún trastorno. Es una experiencia sensorial de las más gratificantes, así como de las más primitivas.

2 de mayo de 2012

LAS PARAFILIAS: EL SADISMO


Se trata de una parafilia específica en que hay modificaciones del acto sexual por la erotización del dolor, completando el par sadismo-masoquismo, en que el placer obtenido proviene del sufrimiento ajeno. Vamos a buscar una definición: “Con una pareja que no consiente, el individuo ha infligido repetida e intencionalmente sufrimiento psicológico o físico con objeto de obtener excitación sexual. Con una pareja que sí consiente, el modo repetidamente preferido o exclusivo de obtener excitación sexual combina la humillación o sufrimiento corporal simulado o ligero. Y tratándose también de una  pareja que consiente, se le han infligido lesiones corporales que son intensas, permanentes o posiblemente mortales, con el objeto de obtener excitación sexual.”
Desde luego, hay grados. Desde quien evoca fantasías sádicas durante el acto sexual, en que el sujeto controla totalmente a una víctima aterrorizada por la situación amenazante, pero que no las lleva a cabo en la realidad, pasando por conseguir víctimas que consienten ser agredidas, a someter contra su voluntad a personas para provocarles sufrimiento. Las fantasías pueden ser muy variadas, ya que economizan la realidad, pero a veces los actos cometidos en la realidad son muy complejos y truculentos.
Estos actos o fantasías sádicas pueden ser: inmovilizar físicamente a la víctima, atarla con los ojos vendados a la cama o contra un objeto firme, darle una paliza, azotarla, pincharla o perforar el cuerpo con objetos punzantes, quemarla con cigarrillos, aplicarle descargas eléctricas, efectuarle cortes, intentos de estrangulación, obligar a la víctima a arrodillarse, a comer excrementos, encerrarla en una jaula y finalmente, el homicidio. La violación con penetraciones anales y vaginales violentas y todos su prolegómenos forman parte de los actos sádicos posibles. Hay casos en que se deben realizar cada uno de estos actos. Otros, se conforman con uno solo de estos actos, por ejemplo, estrangular, sin intentar siquiera violar a la víctima. Basta con verla sufrir, disfrutar su dominio total sobre ella o presenciar su agonía.
Un cierto monto de agresividad forma parte de las actividades  sexuales normales, pero en el sadismo sexual esta agresividad es excesiva y responde a otras causas. El psicoanálisis reconoce componentes sadomasoquistas normales en todos los seres humanos, pero su expresión es regulada por la adecuada resolución de los conflictos de la etapa anal-sádica del desarrollo psicosexual, así como la elaboración de las situaciones traumáticas agresivas a los que el niño se vio expuesto. Estas situaciones son fantaseadas con relación al acto sexual de los padres con la violencia, por ejemplo, pues escucha quejas y gritos que interpreta como dolorosos. Por la identificación con sujetos agresivos -como el padre o la madre- o con personas agredidas que desean vengar, como la madre humillada o el padre despreciado o los hermanos castigados, cuando llega a la adolescencia y a la edad adulta, el individuo adopta conductas sádicas.
A falta de estímulos de humillación y violencia, el sádico sexual puede padecer de disfunciones sexuales, pero en sentido contrario, las fantasías sádicas actúan como disparador para provocar la respuesta deseada. No es común que él consulte al médico, aunque sí lo hace su mujer, aterrorizada por las “cosas monstruosas” que le proponen hacerle o han intentado hacerle o incluso le ha practicado contra su voluntad.
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