De la fisiología de la fase de orgasmo masculino interesa destacar que consta de tres subfases: emisión espermática, formación de la cámara de presión y expulsión seminal. En la emisión, la contracción de la musculatura genital interna (deferentes, vesículas seminales, próstata y glándulas auxiliares) transporta el conjunto del esperma, (espermatozoides y demás componentes del plasma seminal) hasta la uretra posterior. Seguidamente, por estímulo simpático se contraen los esfínteres uretrales interno y externo, en tanto que al relajarse la uretra inframontanal forma la llamada cámara de presión, que contiene el semen ahí secretado. Por último la contracción tónico-clónica de la musculatura periuretral y perineal aumenta la presión del semen acumulado en la uretra posterior, lo que fuerza la apertura y relajación del esfínter uretral externo estriado y proyecta el semen al exterior entre 3 y 5 emboladas.
Durante la emisión, la mayoría de hombres experimenta la sensación subjetiva de inminencia eyaculatoria o punto de no retorno. La conciencia o no de esta sensación es un aspecto interesante a considerar en el tratamiento de eyaculación precoz.
Los aspectos psicológicos a tener en cuenta son el desconocimiento de la fisiología sexual masculina y las falsas creencias sobre el control eyaculatorio puede llevar a que algunos hombres se autocalifiquen de eyaculadores precoces. Por este motivo muchos de los hombres que llegan a consulta manifestando quejas sobre la rapidez de su respuesta no responden al diagnostico de una disfunción sexual, sino que pueden tener expectativas exageradas sobre su control eyaculatorio.
Los síntomas sexuales presentan un grado de intensidad muy distinto, así como son diferentes las circunstancias en las que pueden manifestarse en mayor o menor medida. Por esto se deberá valorar hasta qué punto el hombre o la pareja presentan una o varias disfunciones sexuales o simplemente necesitan información, aclaraciones tranquilizadoras. En particular, ante la eyaculación precoz podemos encontrarnos con parejas o chicos jóvenes, con poca experiencia y expectativas exageradas sobre el desempeño sexual.
Durante la emisión, la mayoría de hombres experimenta la sensación subjetiva de inminencia eyaculatoria o punto de no retorno. La conciencia o no de esta sensación es un aspecto interesante a considerar en el tratamiento de eyaculación precoz.
Los aspectos psicológicos a tener en cuenta son el desconocimiento de la fisiología sexual masculina y las falsas creencias sobre el control eyaculatorio puede llevar a que algunos hombres se autocalifiquen de eyaculadores precoces. Por este motivo muchos de los hombres que llegan a consulta manifestando quejas sobre la rapidez de su respuesta no responden al diagnostico de una disfunción sexual, sino que pueden tener expectativas exageradas sobre su control eyaculatorio.
Los síntomas sexuales presentan un grado de intensidad muy distinto, así como son diferentes las circunstancias en las que pueden manifestarse en mayor o menor medida. Por esto se deberá valorar hasta qué punto el hombre o la pareja presentan una o varias disfunciones sexuales o simplemente necesitan información, aclaraciones tranquilizadoras. En particular, ante la eyaculación precoz podemos encontrarnos con parejas o chicos jóvenes, con poca experiencia y expectativas exageradas sobre el desempeño sexual.
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