Las mujeres se mantienen delgadas, aunque la talla del busto aumenta, surge una nueva Marilyn Monroe (teñido y operaciones incluidas): Pamela Anderson, cuya página oficial en la Internet es el sitio más visitado. El modelo masculino sufre cambios. El modelo musculoso pierde preponderancia y se une al modelo cuasi indiferente tipo Gable y se transforma en el actual tipo Bruce Willis o Mel Gibson (guardando las proporciones histriónicas). Sin embargo, como norma casi general, el hombre vuelve a perder su calidad de macho recio (tipo "Magnum") y pasa a ser más delicado, más sensible y comprensivo ("Los puentes de Madison"), y es incluso capaz de amar a una mujer hasta después de muerta ("Sintonía de amor").
Van desapareciendo los modelos tipificados como grandes galanes y conquistadores, ahora se trata de hombres que pueden compartir la vida de igual a igual con las mujeres, participar activamente de la crianza de los hijos y otras tareas. Si bien estos papeles ya aparecían en otras décadas anteriores, ahora el varón vive esta situación sin gran conflicto (al menos aparentemente). Este hombre ya está acostumbrado a compartir con mujeres que en el trabajo pueden ser iguales o superiores a él (al menos en teoría).
Así como desaparecen los modelos varoniles, surgen modelos masculinos de gran belleza física, incluso con rasgos femeninos (Phoenix, Pitt, Di Caprio), con rostros infantiles, apelando al instinto materno y de protección. En "Conoces a Joe Black" (1999), Brad Pitt encarna a la muerte, que decide conocer el mundo, para lo cual toma posesión del cuerpo de un recién fallecido.
Es un inocente, que es iniciado sexualmente por una mujer. Este auge de los hombres con rasgos femeninos, puede ser atribuido a la disminución de la tasa de natalidad, a la tendencia mundial a considerar a las características faciales femeninas como más atractivas que las masculinas, o simplemente a la característica histérica de muchas mujeres que prefieren varones-niños (que probablemente no tienen intereses sexuales con ellas, como sí lo tendrían los hombres adultos).
La mujer, sin perder contacto con la maternidad, tiene ahora otros horizontes y expectativas, ya no es estudiar en la universidad, ya no es trabajar, ahora es triunfar en el ámbito laboral. La mujer, se encuentra muchas veces en una situación conflictiva, por una posible o presunta incompatibilidad de los roles materno y laboral. Debe sacrificar parte de su tiempo para poder ser madre ("¿Quién llamó a la cigüeña?" o "Un día muy especial"). El éxito laboral, puede llegar a corromper a las mujeres a tal punto, que puede hacerlas cometer actitudes o comportamientos típicamente criticados a los hombres, tal como sucede en "Acoso sexual" (donde Demi Moore, acosa a Michael Douglas).
La pareja vive dificultades menos estereotipadas y más reales que en décadas anteriores. A menudo, los argumentos ya no tienen relación con el período del enamoramiento y del galanteo anteriores al "y vivieron felices para siempre", sino con lo que sucede después de ese final; las películas entran a centrarse en las dificultades cotidianas para mantener viva la relación. Es así como los problemas en la comunicación pasan a ser muchas veces temas centrales de los argumentos. Un hombre que trate a las mujeres como Valentino, Bogart, u otros idealizados galanes, podrían tener éxito en cuanto a la conquista, pero actualmente, les sería casi imposible mantener una relación exitosa a largo plazo.
Las separaciones y relaciones de convivencia se vuelven cada vez más aceptadas, en la medida de que muchas veces dejan de ser tema central de las películas, para ser el inicio de la trama (ejemplos de los últimos meses: "Un día muy especial" y "Tienes un e-mail"). Es así como muchas películas comienzan con parejas que ya existen y que pelean para sus componentes encontrar nuevas parejas.
Un clásico de las relaciones de pareja de los noventa lo constituye "Cuando Harry conoció a Sally", una revisión longitudinal de las etapas por las que van pasando dos personas, desde que se conocen hasta que se casan años después. Harry manifiesta una teoría escondida por años en la mente de los hombres: no se puede ser amigo de las mujeres, porque siempre se tendrán intereses sexuales. Ese resabio animal que impulsa la transmisión de la simiente en el mayor número de hembras posibles. Sally, por su parte, expone un hecho secreto de las mujeres, el fingimiento de los orgasmos.
Las grandes historias de amor idealizado de esta década son: "El paciente inglés" (1996) y "Titanic" (1997), en donde se aprecia la lucha entre la fidelidad y el compromiso al marido o al novio, y el amor verdadero pero imposible. En ambas pragmáticamente se elige la satisfacción de los impulsos del momento, a diferencia por ejemplo de la clásica "Casablanca".
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