Es común que, cuando estamos nerviosos, nuestras manos y axilas empiecen a sudar copiosamente; sin embargo, esto, que puede ser tan natural para la gran mayoría, es toda una molestia para aquellas personas que padecen de hiperhidrosis, o sudoración excesiva.
Este problema, que termina por hacernos difícil la vida y manchar nuestra ropa, se origina por fallos en el sistema nervioso simpático y comúnmente se desarrolla en manos, axilas y rostro; generalmente aparece en la infancia o adolescencia y dura toda la vida.
Aunque no es una enfermedad común, pues afecta solo al 1% de la población, su padeciemiento ocasiona una baja autoestima especialmente en el caso de la hiperhidrosis palmar, pues siempre estamos en contacto con las personas y sus manos, asimismo representa un problema al momento de trabajar, especialmente si se manipulan objetos delicados o alimentos.
Existen muchos tratamientos para combatir esta alteración orgánica, desde quirúrgicos, medicación oral, hasta aplicación local; no obstante, ninguna de las terapias han resultado al 100% confiables. En la mayoría de casos, los efectos de la sudoración se han reducido en un 77%, debiendo repetirse en un plazo de entre 2 a 6 meses, dependiendo del grado que se padezca.
Entre los principales tratamientos quirúrgicos para la hidrósis axilar, se encuentran la aplicación de botox (toxina botulínica tipo A) en la piel sobre la zona afectada; y la simpatectomía toráxica que consiste en llenar aire en los pulmones para hacer que se despegue de los ganglios nerviosos T y poder cortarlos para anular la sudoración. En el caso de la aplicación de botox, el resultado es a partir de la primera semana; mientras que en la segunda, el efecto es inmediato.
Es necesario que también se conozcan sus riesgos; por ejemplo, la aplicación del botox suele ser dolorosa y, si uno es alérgico, puede tener complicaciones mortales. Las complicaciones en la simpatectomía suelen ser la sudoración compensatoria, reducción del pulso cardíaco y pulmonar, y doloración en el pecho, entre otros. Asimismo, si las complicaciones continúan puede ocasionar la muerte del paciente.
Existen varias clínicas especializadas en estos tratamientos pero, sea cual fuere el caso, es bueno reconocer que toda cirugía conlleva riesgos y, si te has decidido por uno de estos tratamientos, conozcas los pro y los contras del mismo.
Este problema, que termina por hacernos difícil la vida y manchar nuestra ropa, se origina por fallos en el sistema nervioso simpático y comúnmente se desarrolla en manos, axilas y rostro; generalmente aparece en la infancia o adolescencia y dura toda la vida.
Aunque no es una enfermedad común, pues afecta solo al 1% de la población, su padeciemiento ocasiona una baja autoestima especialmente en el caso de la hiperhidrosis palmar, pues siempre estamos en contacto con las personas y sus manos, asimismo representa un problema al momento de trabajar, especialmente si se manipulan objetos delicados o alimentos.
Existen muchos tratamientos para combatir esta alteración orgánica, desde quirúrgicos, medicación oral, hasta aplicación local; no obstante, ninguna de las terapias han resultado al 100% confiables. En la mayoría de casos, los efectos de la sudoración se han reducido en un 77%, debiendo repetirse en un plazo de entre 2 a 6 meses, dependiendo del grado que se padezca.
Entre los principales tratamientos quirúrgicos para la hidrósis axilar, se encuentran la aplicación de botox (toxina botulínica tipo A) en la piel sobre la zona afectada; y la simpatectomía toráxica que consiste en llenar aire en los pulmones para hacer que se despegue de los ganglios nerviosos T y poder cortarlos para anular la sudoración. En el caso de la aplicación de botox, el resultado es a partir de la primera semana; mientras que en la segunda, el efecto es inmediato.
Es necesario que también se conozcan sus riesgos; por ejemplo, la aplicación del botox suele ser dolorosa y, si uno es alérgico, puede tener complicaciones mortales. Las complicaciones en la simpatectomía suelen ser la sudoración compensatoria, reducción del pulso cardíaco y pulmonar, y doloración en el pecho, entre otros. Asimismo, si las complicaciones continúan puede ocasionar la muerte del paciente.
Existen varias clínicas especializadas en estos tratamientos pero, sea cual fuere el caso, es bueno reconocer que toda cirugía conlleva riesgos y, si te has decidido por uno de estos tratamientos, conozcas los pro y los contras del mismo.
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