La episiotomía, o un desgarro, puede ser muy dolorosa al principio, pero sana con rapidez, por lo que si pasa un tiempo y el malestar persiste se debe consultar al ginecólogo. Una vez hayan sanado los tejidos, si la penetración se realiza en condiciones adecuadas, no notará más que alguna tirantez, pero de ningún modo tiene por qué sentir dolor. Es posible que el hombre no sepa cómo actuar, que tenga miedo de hacer daño. Para que todo fluya de la manera más satisfactoria, la mujer debe encontrarse cómoda, sexualmente excitada y sintiendo que no va a hacer nada que no le pida el cuerpo, nada que no desee. El hombre tiene que ser paciente y considerado, entender que la vagina ha pasado por una situación traumática, que hay una herida reciente y tiene que ser tratada con todo cuidado. Se debe extremar la lubricación vaginal y es muy aconsejable tener disponible un lubricante vaginal, con el que hacer un buen masaje de forma que la vagina este completamente deslizante.
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