Cuando nuestra preocupación por realzar nuestra belleza nos hace indagar en los tratamientos estéticos de vanguardia, la piel puede ponérsenos literamente de gallina al saber el dineral que nos costará vernos bellas. Entonces, en vez de lucir nuestros encantos, la impresión negativa puede sumarnos más años que todos lo que habíamos pretendido disimular antes de conocer el costo de dichas intervenciones. Afortunadamente, la naturaleza siempre nos da muestras de su generosidad poniendo a nuestra disposición frutos como el melón, cuya frescura característica también refleja un gran aporte a nuestra salud y belleza. Al estar hecho en un 90% de agua, el melón tiene muy pocas calorías y, en cambio, nos proporciona una gran cantidad de beneficios, algunos de los cuales compartimos a continuación: - Su aporte de vitamina A ayuda a evitar la sequedad en las mucosas y en la piel. - Su aporte de vitamina E nos proporciona antioxidantes que contribuyen a dilatar el envejecimiento y a prevenir el cáncer, así como enfermedades cardiovasculares. - Al favorecer la eliminación de toxinas, previene las manchas en la piel. - Actúa como un suave laxante, favoreciendo a neutralizar la acidez y a disminuir de peso.
El melón se emplea para la fabricación de mascarillas y cremas o simplemente se puede aplicar aplastado sobre la piel por espacio aproximado de un cuarto de hora. De esta manera la piel se siente hidratada, suave, tonificada y muy tersa. Para que los beneficios del melón surtan efecto debemos escoger uno que no tenga manchas, rajaduras y/o golpes en la cáscara, así como que tenga un olor dulce y penetrante, signo de que está maduro y en buen estado (mejor si es de cáscara gruesa). Lo podemos conservar en la refri hasta 2 semanas, ya sea entero o partido. En este último caso debemos proteger la porción con una bolsa plástica para que no pierda sus propiedades.
Fuente: UserNetSite, Veo verde.
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