Este autoexámen testicular, le permitirá descubrir por ejemplo, un cáncer de testículo, en una etapa temprana. Sepa que, si el tratamiento es oportuno, el cáncer de testículo, tiene uno de los mejores pronósticos de curación.
Sea observador siempre son su zona genital y reporte cualquier anormalidad, por pequeña que sea, al médico lo antes posible.
Atrás de los testículos, hay un área suave, ligera y bultosa. Este es el epidídimo, no lo confunda con una anormalidad en la zona.
El epidídimo es un tubo estrecho y alargado que conecta los conductos deferentes en la parte de atrás de cada testículo.
Como acompañamiento del autoexámen testicular, el hombre debe hacerse también chequeo de próstata con regularidad
Después de una ducha caliente, cuando el escroto este relajado, palpe con sus dedos cada testículo.
Con la palpación la superficie del testículo debe sentirse suave, la piel del testículo debe moverse con libertad.
Ahora, palpe el escroto y localice el testículo. Una vez que lo haya encontrado muévalo firme pero con suavidad entre su dedo pulgar y el resto de sus dedos para examinar su superficie.
Recuerde hacerlo primero con un testículo y luego con el otro, no al mismo tiempo.
Hacer el autoexámen testicular mensualmente permite al hombre familiarizarse con su anatomía genital. Ya que los testículos tienen vasos sanguíneos y otras estructuras, los valores del autoexamen pueden ser confusos. Pero la regularidad del autoexamen, permite que el hombre conozca bien sus testículos y note cualquier anormalidad en futuros autoexamenes.
El testículo tiene que estar firme pero no duro como una piedra.
Un testículo tiene que estar más arriba o mas bajo que el otro.
Debe acudir al médico cuando encuentre:
-Una protuberancia dura y pequeña que puede ser indolora, similar a un guisante.
-Un testículo agrandado.
-Alteraciones en el tamaño o la textura del testículo.
-Alteraciones en la piel del testículo, como ulceras por ejemplo.