Han habido muchas discusiones en la comunidad médica sobre cómo se define realmente el problema de la eyaculación prematura. Sin embargo, la definición más ampliamente aceptada es la del International Society for Sexual Medicine (ISSM) que dice que la eyaculación precoz es una disfunción sexual masculina que se caracteriza principalmente por los siguientes puntos:
-La eyaculación siempre o casi siempre ocurre antes de o en el primer minuto transcurrido desde la penetración vaginal.
-El hombre es incapaz de demorar la eyaculación en todas o casi todas las penetraciones vaginales.
-El hecho tiene consecuencias personales negativas como angustia, molestia, frustración y/o el evitar la intimidad sexual.
Al contrario de lo que siempre se cree, la eyaculación prematura no es un problema reservado a los adolescentes. Le puede suceder a cualquiera, no importa la edad, la experiencia que tengas o cuánto sepas de sexo. Y a diferencia de lo que se creía en un inicio, las causas no son solamente psicológicas sino tambien biológicas. Tal como se expuso en un artículo sobre algunos mitos relativos a la eyaculación precoz, la mayoría de hombres con este problema lo tienen de forma crónica; es decir, nunca han conocido el sexo de otro modo.
-¿Eres incapaz de controlar cuánto duras durante el sexo?
-¿Llegas al orgasmo al minuto o menos de haber comenzado el coito?
-¿Has probado varias maneras de sobreponerte a la eyaculación precoz y ninguna ha funcionado?
-¿Estás insatisfecho con tu vida sexual?
-¿Te preocupa constantemente complacer a tu pareja?
-¿Con frecuencia los juegos previos se convierten en el final del juego?
-¿Evitas situaciones de intimidad porque piensas que podrían llevarte a eyacular prematuramente (así que para qué molestarse)?
-¿La eyaculación prematura ha dañado tus relaciones con las mujeres?
Si contestaste “sí” a la mayoría de estas preguntas, podrías tener eyaculación precoz crónica. Y no estás solo.
Los investigadores piensan ahora que puede haber una base genética para este problema; algo similar a lo que pasa con los problemas cardíacos congénitos y otras condiciones presentes en el nacimiento. Un estudio realizado en Dinamarca descubrió que los hombres con eyaculación prematura tendían a tener al menos un pariente en primer grado (como padre o hermano) que sufrían de lo mismo. Esto nos dice que es posible que el problema pueda residir en los genes y que podría ser heredado.
En el libro Overcoming Premature Ejaculation de Ian Kerner, el autor recomienda una terapia biopsicosocial o terapia de combinación, que mezcla una terapia de comportamiento, médica e interpersonal. Esto implica:
-Técnicas de comportamiento: cosas que puedes hacer durante el sexo, como aprender a dominarse y determinar el punto de no retorno, por ejemplo, o una serie de posiciones sexuales que permiten a los hombres mantener la interacción sexual sin interrupción.
-Terapias médicas: medicamentos que ayudan a retardar la eyaculación.
-Métodos interpersonales: cambiar la manera en que te relacionas no sólo durante el sexo sino en todo momento. Por ejemplo, muchas mujeres no entienden la eyaculación precoz y con frecuencia piensan que el terminar rápido es una actitud egoísta del hombre -y nada más alejado de la verdad. Los hombres con esta condición en general se preocupan mucho por la satisfacción sexual de su pareja y necesitan ser capaces de explicar el tema sin culpa y desarrollar alternativas de solución con sus parejas.
Para una mejor solución, es mejor apelar a una combinación de las tres. La eyaculación precoz no se puede curar, pero podemos aprender cómo manejarla, y en último término, cómo sobreponerse a ella.
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