Es una parafilia no especificada que por tanto no cumple con los criterios de las específicas “caracterizada por la atención centrada exclusivamente en una parte del cuerpo”. Es parcialismo fetichista si esa parte no es sexual, como vimos. Pero hay varones parcialistas que se sienten atraídos solamente por las mamas, por las nalgas, por las piernas o por el ano, con exclusión de otras partes del cuerpo, por lo que sus fantasías, impulsos sexuales y comportamientos sexuales exigen como necesaria esa parte del cuerpo para lograr la excitación, lo cual genera conflictos conyugales, disfunciones sexuales y todo el cortejo sintomático de tipo social como en las demás parafilias.
Cada parte del cuerpo, como lo estudiamos en nuestra obra sobre “Comunicación sexual”, posee un significado erótico. En el parcialismo existe una percepción exagerada, obsesiva y a veces extravagante de cada una de esas partes. Las mamas señalizan la vagina al igual que las nalgas y las piernas, y depende de las cualidades físicas innatas el que ellas sean atractivas para todo el mundo incluidos los parcialistas, pero para ellos están sobrevaloradas al punto que las demás partes del cuerpo no poseen significación erótica. Las dificultades de integrar el conjunto del cuerpo que las personalidades inmaduras y narcisistas poseen, promueven el vinculo con una parte y no con la totalidad de la persona. En realidad no se trata de un vinculo recíproco, sino de una relación unilateral y cosificada de la parte corporal estimulante. El parcialista suele ser un coleccionista fantasioso de nalgas, manos, piernas, pies o mamas de diferentes personas. Son capaces de bajar del ómnibus para seguir a una mujer de bonitas piernas o de cualquier parte del cuerpo, con lo que llegan tarde al trabajo, o simplemente faltan, o engañan a sus esposas. A veces se conforman con mirar, otras tienen que abordar a las poseedoras de su objeto de atracción, sin importar edad, estado civil o disponibilidad social. Suelen sufrir múltiples frustraciones y viven una sexualidad fragmentada e insatisfactoria.
El parcialismo del pie tiene su origen en que esta parte del cuerpo es una zona erógena generalmente olvidada. Hay personas que sienten hormigueos en los pies en el momento del orgasmo, y las cosquillas de las plantas de los pies son una forma de tortura china que lleva a la muerte, pues es imposible dejar de reír. El parcialista se excita en presencia de un pié y suele ser un fetichista del calzado o de las botas, pues evoca lo que lo contiene. A veces se asocia con osmolagnia, pues gozan con el olor orgánico de los zapatos usados.
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