En la tripsofilia, también llamada tripsolagnia, el individuo solo encuentra excitación y, por tanto, solo consigue alcanzar el orgasmo cuando su cabello es masajeado o lavado; esto es, para un tripsofílico, acudir a la peluquería a un lavado y corte de pelo es algo más placentero que para el resto de los mortales, ya que su fuente de placer se encuentra precisamente en algo tan habitual como lavarse el cabello. Así, el orgasmo es dependiente de estas caricias o masajes en el pelo.
Relacionado con el pelo, podemos encontrar también la hifefilia, en la que el placer se obtiene por poseer algo de otra persona como pueden ser sus propios cabellos o la tricofilia, que es una excitación general por el cabello humano, ya sea masturbándose utilizando el cabello de otra persona, excitándose por características concretas como el color del pelo, su longitud, un peinado concreto... o por ver cómo alguien se atusa el cabello.
No hay comentarios:
Publicar un comentario