1.La caricia sorpresa: Si de pronto te acercas a tu chico, le bajas la cremallera del pantalón y le metes mano, lo más probable es que él se excite al instante. Sí, peeero, hay formas más sutiles de complacer sus deseos y, he aquí lo bueno, las caricias menos obvias pueden producir sensaciones mucho más intensas. ¿Por qué? Básicamente porque a los hombres les tranquiliza saber qué es lo que va a pasar a continuación. Por eso, para que permanezca atento y excitado, nada mejor que mantenerle en tensión con caricias impredecibles. Él tratará de averiguar cuál será tu próximo movimiento y, mientras se lo imagina, todas las terminaciones de su sistema nervioso estarán en máxima alerta.
2.Activa sus zonas erógenas secretas: Basta que tu hombre sienta tus manos alrededor de su cintura y por debajo del pantalón, para que tarde una milésima de segundo en pensar que vas a 100km/h por la autopista que desemboca donde tú ya sabes… Pero no vayas tan rápido, que la anatomía masculina está llena de carreteras secundarias muy interesantes a las que deberías dedicarles más tiempo, ya que transcurren por los magníficos paisajes del placer y la pasión.
3.No te despegues de él: ¿Sabes cuál es el gran secreto de los masajistas profesionales? Pues que durante todo el tiempo que dura la sesión de masaje jamás levantan las manos de la piel del cliente, ni una sola vez. Eso sería como interrumpir el feeling creado por la conexión de los dos cuerpos. La próxima vez que estés con tu chico en la cama pon en práctica este principio. Es importante que tus caricias sean constantes durante toda la sesión para que el placer vaya en aumento. Si paras de tocarle, el trance erótico acabará por romperse y su libido podría desaparecer de golpe.
4.Céntrate en la punta: La cabeza del pene erecto es como el gran centro del placer del cuerpo masculino y el frenillo, ese trocito de piel sumamente fina debajo del glande, donde la cabeza y el tronco del miembro se unen, es como el motor principal. Por ahí pasan tantas terminaciones nerviosas que una sobreestimulación en ese punto podría provocarle a tu chico un orgasmo en cuestión de segundos. De hecho, según afirma Laurence Levine, profesor de Urología del Centro Médico Universitario de Rush de Chicago, muchos hombres experimentan las sensaciones más intensas cuando su pareja les estimula esa zona. ¡Ojo! Estamos hablando de una parte de su cuerpo tremendamente sensible, lo que quiere decir que tienes que tocarlo con mucha suavidad para causarle placer en vez de dolor.
5.Tócale con firmeza: Muchas chicas descartan los movimientos rápidos e intensos sobre el pene porque creen que son bruscos y no resultan placenteros para los hombres. Craso error. Verás, en contra de lo que hemos explicado en el punto anterior respecto al glande, la piel que recubre el resto del pene es más gruesa y resistente, similar a la de los antebrazos . Por eso, los hombres disfrutan y consiguen el máximo placer con fricciones rápidas y firmes sobre su miembro. De esta forma también se estimulan psicológicamente ya que, para ellos, tocar el pene con fuerza y rapidez es sinónimo de pasión y cierta urgencia. Y eso les resulta muy excitante.
6.Juega con sus testículos: Los testículos están recubiertos por una piel tan sensible que resultan muy vulnerables, particularmente a los cambios de temperatura y de presión. De hecho, basta un ligero roce para que se contraigan y se peguen al cuerpo. Y no porque tu chico no quiera que los toques, no, sino porque es el reflejo natural del organismo para defenderse y proteger el semen. Para estar segura de que tus caricias van a ser bien recibidas, espera a que tu chico esté muy excitado. En ese momento, su resistencia al dolor es mayor y cualquier roce, que en frío podría resultar molesto, en caliente será de lo más placentero.
7.Mímale hasta el final: Unos segundos después de que tu chico haya tenido un orgasmo, el flujo sanguíneo recupera su ritmo normal y se va retirando del pene poco a poco. Esto hace que él tenga que esperar por lo menos 20 minutos para volver a tener una erección. Es lo que se conoce como periodo refractorio, durante el cual la excitación va desapareciendo lentamente y sólo las zonas donde la piel es más fina suelen reaccionar a una estimulación directa. Pero ojo, aunque su excitación disminuya, él todavía quiere, y necesita sentirse conectado a ti. Es en ese momento, después de una buena sesión de sexo, cuando el organismo aumenta la producción de endorfinas, que son las que demandan mimos y caricias que le estimulen afectivamente.
8.Consejos para ser una experta: Tres trucos para que tus manos estén siempre a punto para la acción:
-Cuida tus uñas. Es fundamental que las lleves arregladas a menos que quieras pedirle perdón a tu chico por haberle hecho unos cuantos arañazos. Si te gusta llevarlas largas, cuídalas e hidrátalas mucho con una crema especial para cutículas. Eso evitará que se produzcan pielecillas muertas alrededor de la uña que podrían raspar y lastimar sus zonas más delicadas.
-Lávalas con agua caliente. El calor sobre la piel hace que aumente el flujo sanguíneo y la sensibilidad. Así que, tener las manos debajo del chorro de agua tibia durante unos minutos es suficiente para que las yemas de tus dedos estén más sensibles, tus músculos más relajados y tus movimientos sean más ágiles.
-Usa aceites y cremas hidratantes para que tu piel resulte más suave y lisa sobre el cuerpo de tu chico. Evita los productos con alcohol, porque resecan la piel.
No hay comentarios:
Publicar un comentario