La zona superior de los glúteos es una de las más sensibles. Hazle a tu pareja un masaje justo ahí, y verás cómo la tensión en su espalda se disipará, permitiendo que más sangre fluya libremente hacia sus órganos sexuales.
Cúbrete con aceite para masajes, y deslízate sobre ella (echada boca abajo), hasta estar completamente echado encima de ella. Acaricia su espalda con tu barriga Luego gira hasta que estén espalda con espalda, siempre tú sobre ella. Deslízate de tal modo que tus glúteos estén en contacto con los de ella, luego continúa hasta que esté sobre la curva de su espalda. Muévete suavemente en un masaje de piel contra piel.
Los senos: No vayas directo a sus pezones. Presta atención a la zona de los costados de los senos y entre ellos. Usa las palmas de tus manos para hacer movimientos circulares sobre sus senos.
Practica: Coloca una uva entre tus dientes y muévela con la lengua. Cuando puedas hacerlo sin romper la cáscara, quiere decir que ya sabes cuál es la cantidad exacta de presión que debes ejercer sobre sus pezones para causarle el mayor placer.
Puedes probar con deslizar un cubo de hielo sobre sus pezones, luego soplar y besarlos.
El estómago: Empieza por sus costillas creando una sensación de electricidad estática al colocar tu mano un centímetro por encima de su estómago, sin tocar su piel. Ella sentirá el calor de tu piel. Cuando ella menos lo espere, desliza tus dedos por su estómago.
Cuando cierre los ojos concéntrate en la parte inferior de su abdomen y acaríciala con la punta de un pincel o brocha de maquillaje en lugares inesperados. Una de las formas más fáciles de excitar a tu pareja es sensibilizándola con una combinación de caricias que se alejen lo más posible de la rutina.
Los glúteos: Siempre que hagas comentarios agradables acerca de su trasero mientras juegas con él, considéralo una zona certera para el preámbulo a hacer el amor. Cuando ejerces presión en el trasero de tu pareja estás empujando su área pélvica hacia delante, lo que ejerce placentera presión en su pelvis.
Puedes darle suaves palmadas, a un ritmo acelerado con las palmas o costados de tus manos. También puedes practicar otro tipo de estímulo erótico como mordisquear sus glúteos, lo que quiere decir acariciarlos con los dientes, no romperle la piel.
Muy buenooooo!!!!!!!!!!!!
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