Algunos especialistas afirman que el tratamiento del Síndrome premenstrual se debe dirigir a los síntomas específicos que provoca y que, por tanto, se deben administrar diuréticos y antinflamatorios no esteroides para evitar la dismenorrea (dolor menstrual). Algunos psiquiatras también aconsejan el uso de antidepresivos. También hay terapias que incluyen anticonceptivos orales, dietas bajas en sal para reducir la retención de líquidos y tomar azúcar para evitar la hipoglicemia. Algunos ginecólogos también recomiendan progesterona natural y comer poco pero con mayor frecuencia, eliminando de la dieta los alimentos ricos en calcio, azúcares refinados y la cafeína. El ejercicio moderado también acostumbra a aconsejarse, aunque lo mejor es que cada mujer acuda a su médico si es víctima de este problema para que pueda aconsejarle algún tratamiento más específico según sus molestias concretas.
Este problema es uno de los más controvertidos de entre las patologías ginecológicas, ya que sus manifestaciones son variadas, y diferentes de unas mujeres a otras, cosa que ha influido negativamente en la investigación y detección de las causas y de las posibles soluciones. Por otra parte, dentro del marco de la concepción machista del mundo que ha predominado siempre, y que hoy todavía existe, se ha considerado hasta época bien reciente que los síntomas premenstruales eran producto del carácter "inestable" del que se ha acusado injustamente a las mujeres durante muchos años, por lo que no se ha investigado lo suficiente en este campo.
Desgraciadamente, esta visión de los problemas femeninos ha hecho que todavía hoy muchas personas consideren erróneamente que el síndrome premenstrual tiene un trasfondo meramente psicológico. Más recientemente incluso se han llegado a considerar factores culturales y sociales, pero lo más plausible es que el Síndrome premenstrual esté determinado por una suma de factores físicos y psicológicos, en los que la respuesta hormonal es un factor determinante, ya que el Síndrome premenstrual lo padecen mujeres de todas las culturas y clases sociales, independientemente de su situación económica, nivel académico o situación geográfica.
Se ha comprobado gracias a la experiencia y a las investigaciones que uno de los tratamientos más eficaces contra el síndrome premenstrual es la acupuntura.